EINSTEIN Y MILEVA: UN AFFAIRE DEL SIGLO XX

Carta de Albert Einstein a Mileva Maric
Anhelo terriblemente una carta de mi querida brujita. Apenas puedo creer que vayamos a estar separados tanto tiempo – ¡sólo ahora veo lo locamente enamorado que estoy de ti!
Besándote desde el fondo de mi corazón,
Albert

Carta de Mileva Maric a Albert Einstein
Como tú me gustas tanto y estás tan lejos que no te puedo besar, te escribo esta carta para preguntarte si tú me quieres tanto como yo …
Miles de besos de tu muñequita…
Mileva

Estamos a finales del siglo XIX. Albert y Mileva se conocen en los cursos de física del Politécnico de Zurich. Ella es de Serbia, él es de Alemania. Ambos son jóvenes, ambos son brillantes, ambos apasionados de la música, él toca el violín, ella el piano. Enamorados de las conversaciones inteligentes, enamorados de la física…y enamorados uno del otro.

Albert y Mileva


¿Es posible que Mileva haya tenido una participación importante en las ideas que hicieron del año 1905 el annus mirabilis, el año milagroso en el que el joven Einstein publicó cinco trabajos absolutamente memorables? ¿Hay evidencias de que Mileva haya contribuido efectivamente en ellos, más allá de testimonios orales de la familia de ella o del propio Einstein?
De ser así, ¿por qué fue eclipsada? ¿Cuál es su contribución relativa en la relatividad?

Las cartas de amor Einstein – Maric, publicadas por la Universidad de Princeton en 1990 no sólo mostraban las pasiones de la joven pareja. Demostraban que discutían asuntos científicos además de los amorosos. Las cartas desataron otras pasiones. Ciertos grupos acusaron a Einstein de ser un fraude, un misógino que perversamente opacó a su pareja ante el mundo de la ciencia. Dijeron que ella le corregía las matemáticas o que era ella la voz cantante en el curso de las investigaciones, pero que la opresión masculina torció la historia sepultando su participación en las ideas que habrían de cambiar la física para siempre.
Con aguas pantanosas nos hemos topado. Meterse en las intimidades de una pareja, no es sana recomendación; más aún cuando se juzga el pasado con los criterios del presente. Y el matrimonio Einstein – Maric ha sido juzgado sin matices, y las redes sociales son estridentes, piden sangre y empujan a los extremos.

Muy jóvenes, muy enamorados


Nos arriesgamos en esas aguas turbulentas, es probable que la verdad histórica nunca se sepa, pero optemos por el matiz, y a tratar de reducir sesgos y prejuicios.
Algunos hechos son los siguientes. En el curso eran cinco estudiantes, Mileva la única chica. En 1898 ya estaban enamorados. Albert con 19 años y Mileva con 23. Estudian juntos, discuten de física, vislumbran un futuro común lleno de expectativas alrededor de la física. Ella es organizada, madura, introvertida, metódica. Él, rebelde, indisciplinado, imaginativo y huracanado. En 1900 Einstein y sus compañeros varones se gradúan. Mileva es reprobada en el examen oral y un segundo intento en 1901 fue un segundo fracaso para Mileva. No es descabellado pensar que hubo sesgo de género en el aplazamiento. Y de pronto todo cambió abruptamente: en una escapada romántica al lago de Como, en Italia, Mileva salió embarazada. Se refugió en la casa de sus padres en Serbia. En 1901 Albert le escribió “Cuán contento y orgulloso me sentiré cuando juntos hayamos llevado el trabajo sobre el movimiento relativo a una conclusión victoriosa.”
Lieserl nació en enero de 1902. Einstein no conoció a la bebé que muy probablemente fue entregada en adopción y nunca más se supo de ella. Einstein consigue trabajo en la oficina de patentes y en 1903 se casa con Mileva a pesar de la oposición virulenta de Paulina, la madre de Albert. ¿Razones? ella era mayor que él, no era judía y resultaba demasiado intelectual. En 1904 nace Hans Albert. Aparentemente la colaboración continúa.
El conflicto entre el electromagnetismo y las leyes de Newton era un área candente de la física, y había pequeños avances parciales de la mano de físicos como Lorentz, Fitzgerald y sobre todo Poincaré. Pero la solución definitiva fue publicada en el artículo firmado únicamente por Einstein en 1905. ¿Era lo de “nuestra teoría” el amoroso gesto de inclusión natural de todos los enamorados de percibirse como uno? Mileva en una entrevista jugaría con esa idea haciendo un juego de palabras: “es que somos uno”. La palabra “einstein” en alemán significa una piedra. Es probable que ella no firmara el trabajo para privilegiar el papel de Albert y que él consiguiera pronto un empleo en alguna universidad. Un coautor no graduado y además, mujer, disminuía las probabilidades de trabajo.
Que ella hubiera corregido las matemáticas no luce realista. Las matemáticas de la relatividad y de hecho de cualquiera de los trabajos de esa época, son muy simples, casi de bachillerato. La idea de que Einstein era mal matemático es un mito. Era buen matemático con una intuición física monumental.

El sueño vislumbrado en la época de estudiantes, de compartir la aventura de la física, comienza a hacerse añicos. La ternura, el respeto y el compañerismo intelectual, se desvanecía y a medida que la figura de Einstein comenzaba a pisar fuerte en el mundo científico, la de Mileva se desvanecía. En 1910 nació Edward y pronto desarrolló un cuadro psicótico que lo llevó a pasar parte de su vida en sanatorios. Las complicaciones para Mileva aumentaron. El carácter difícil y complejo de Albert y sus infidelidades harían el resto. El destino de Mileva Maric estuvo sellado: injustamente en la repartición de bienes, Albert se quedaría con la física y sus glorias… y Mileva con la pesada carga de los hijos. En 1910 Einstein salía con una ex novia, Marie Winteler y en 1912 con su prima Elsa Einstein, con quien a la postre habría de casarse. La colaboración científica de la pareja Einstein – Maric ya no existía. Tal vez ni siquiera la noción de pareja existía. Es entonces cuando Einstein da con las matemáticas apropiadas para la teoría de gravedad, y estas matemáticas sí eran verdaderamente complejas y no formaban parte del currículo de los físicos. Su amigo Marcel Grossman lo introdujo en los vericuetos de la geometría diferencial.

Ya casado con Elsa Löwenthal Einstein


En 1914, comienza la 1 Guerra Mundial. Einstein acepta un cargo en Berlín, donde vivía Elsa. Einstein quiere el divorcio, Mileva quiere seguir casada. Einstein accede si su esposa firma unas cláusulas despiadadas y absolutamente inaceptables en cualquier época y circunstancias. Lamentablemente en esa guerra no hubo armisticio. Al poco tiempo Mileva regresa con los niños a Zurich. A finales de 1915, tras años de un esfuerzo intelectual gigantesco, Einstein publica su teoría de la relatividad general, su mayor logro científico. En 1919 Mileva accede a divorciarse y como parte de los arreglos del divorcio el monto del inminente Nobel pasaría a ella y a los niños. Einstein no la volvería a ver más nunca. Ese mismo año se casó con Elsa, un matrimonio por conveniencia y sin amor, según algunos; y un eclipse de sol mostró que la luz se curvaba por la gravedad como predecía la relatividad. Un mundo hastiado de la guerra transformó a Einstein en una celebridad. Tres años después Mileva recibió el dinero del premio Nobel de su ex, por uno de los trabajos de la época en que fueron felices y se hizo cada vez más invisible. Einstein continuó publicando trabajos de calidad, como la existencia de ondas gravitacionales, el primer artículo de cosmología, la estadística de Bose-Einstein, el modelo de Einstein- de Sitter, la paradoja de Einstein-Podolsky-Rosen entre otros.

¿En qué preciso instante se apagó la estrella de Mileva? ¿Cuándo la aplazaron en el Politécnico? ¿Cuándo salió embarazada? ¿Cuándo se casó con el hombre muy talentoso, pero complejo y terriblemente distante que fue su esposo? Imposible saber, no hay evidencias. En la misma época, Emmy Noether brilló después de sortear la opresión masculina de la academia. También Marie Curie. Emmy no tuvo hijos ni esposo. Madame Curie sí, y dos hijas. El talento sólo no basta, los contextos sepultan o ayudan y Mileva fue sepultada.
Mileva falleció en 1949. Dicen que Albert apenas se inmutó al conocer la noticia.
Él murió cinco años después. En un homenaje de la Universidad de Princeton donde se develó una escultura del gran físico, dicen que Hans Albert comentó: “Es muy difícil ser hijo de una estatua”
La vida es más compleja que la física… incluso para Albert Einstein.
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Un pensamiento en “EINSTEIN Y MILEVA: UN AFFAIRE DEL SIGLO XX

  1. Jesus Rodriguez-Millan Responder

    Muy buen trabajo, Hector. Con gran habilidad entraste y saliste del campo minado Einstein-Maric. Abrazos.

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