“…la luz del universo…doblándose sobre la presencia fugaz
de los cuerpos dormidos del propio universo“
Carlos Fuentes
Héctor Rago
Jamás un eclipse de sol había brillado tanto como cuando el eclipse del 29 de mayo de 1919 resplandeció la figura singular de Albert Einstein y a su nueva teoría de gravedad.
Nuestra historia comienza en 1907 cuando Einstein ya ha descubierto que nada puede viajar más rápido que la luz, y sabe que la teoría de gravitación universal de Newton tiene un pecado original, porque supone que la gravedad se transmite intantáneamente. Einstein emprende la formidable tarea que lo llevaría a la nueva teoría de gravedad libre de ese pecado, la relatividad general.
Los cálculos preliminares antes de tener su teoría completa le indican que la luz de una estrella al pasar cerca del sol, debe curvarse ligeramente, unos 0, 87 segundos de arco, y por consiguiente luciría en una posición distinta si el sol no estuviera.
Einstein urge a los astrónomos a que fotografíen un grupo de estrellas en ausencia del sol y en presencia del él durante un eclipse, para que se puedan ver las estrellas de día. La comparación de las placas permitiría obtener la desviación y confirmar o refutar la predicción.
Corren tiempos turbulentos, el fantasma de la guerra amenaza a Europa, la intolerancia acecha. El poder rescata un viejo artículo de un tal Soldner, quien usando la ley de gravitación de Newton, había obtenido el mismo valor que Einstein. El estallido de la Primera Guerra Mundial imposibilita las expediciones científicas y hubo que esperar la finalización del conflicto en 1918. En el transcurso de la guerra Einstein ha completado su teoría y las nuevas ecuaciones indican que la desviación de la luz es el doble de la calculada inicialmente, 1,75 segundos de arco. La observación del eclipse se hace más urgente: un factor 2 marcará la diferencia entre Newton y Einstein, entre la ley de gravitación universal y la relatividad general.
El 29 de mayo de 1919 Arthur Eddington, director del observatorio de Cambridge fotografía las estrellas durante un eclipse desde la isla de Príncipe en África occidental. Otra expedición hace lo mismo en Sobral, en Brasil.
El análisis de las fotografías es presentado en un ambiente de gran expectativa en sesión conjunta de la Royal Society y de la Royal Astronomical Society el 6 de noviembre. Los resultados confirman la predicción de la relatividad general. La relatividad general ganaba la primera batalla en su confrontación con la realidad. Al día siguiente los grandes periódicos del mundo titulan: “Ideas newtonianas derribadas”, “revolución en la Ciencia” “La teoría de Einstein triunfa”
y un mundo hastiado por la guerra ve emerger la figura emblemática de un hombre que proponía nada menos que un nuevo orden cósmico. Einstein salía del closet científico a las pasarelas del mundo.
Einstein recibió un telegrama donde le informaban de las nuevas. Ante la pregunta de su asistente de qué hubiera pasado si las observaciones estuvieran en desacuerdo con su teoría, Einstein en un sutil alarde de arrogancia y humorismo, le respondió: “Lo sentiría por el querido Señor, la teoría es correcta.”
Eclipses posteriores confirmaron la predicción de la relatividad, y a partir de los años 70´s con el advenimiento de la radioastronomía ya no hubo que esperar por eclipses porque aun de día se pueden detectar las ondas de radios emitidas por fuentes lejanas y estudiar su deflexión.
Hoy el estudio de lentes gravitacionales, es usado para medir masas, hacer mapas de materia oscura y para detectar planetas fuera de nuestro sistema solar.
Un eclipse de hace un siglo permitió vislumbrar lo que habría de ser una poderosa herramienta en trance de conocer el cosmos, fue la primera confirmación de una predicción de la teoría y además catapultó a su creador como símbolo de la ciencia del siglo XX.
Héctor Rago
Nota
En la película Interestelar aparecen simulaciones reales usando la relatividad, de cómo el agujero negro rotante Gargantúa deforma la luz por su enorme gravedad.
Para saber más: Un trabajo más detallado aunque menos actualizado, publicado por HR en el periódico El Universal (Venezuela)2n 1994 por el 75 aniversario del eclipse.
Qué modo tan sencillo y ameno de contar cosas tan complejas.
Me encantó el apoyo gráfico.
De acuerdo con Argelia, y eso que han pasado poco menos de tres años. Un artículo así no envejece, como las cada vez más vigorosas teorías de Einstein.
Muchísimas gracias, Nilda, por los comentarios y por leernos.
Abrazos