Sur América, Siglo XIV:
La mitología Guaraní nos relata que en un tiempo indeterminado del pasado el Dios Supremo, Ñamandú hace surgir su propio cuerpo en medio de un resplandor, a partir del caos originario. Luego crea al dios de la palabra, al del fuego solar; al dios de las tinieblas, y al dios del agua y el relámpago. Ellos lo ayudarán a comenzar el universo.
Irlanda. Año 1611:
La voz del Arzobispo Ussher resonó cóncavamente al anunciar que el universo comenzó el jueves 26 de octubre del año 4004 A.C. a las nueve de la mañana. A una impertinente pregunta acerca de la ocupación de Dios en los momentos previos a la creación, la voz atronadora de Ussher dio a entender que Dios creaba los infiernos para los que formulaban esas preguntas.
Años dos mil y tantos:
Los científicos nos informan que nuestro universo tuvo su comienzo en un evento singular del cual emergió toda la materia, radiación, y el propio espacio y el tiempo, hace unos 14 millardos de años: Es el big-bang, el más violento parto del que se tenga noticia. En sus primerísimos inicios una sopa de partículas elementales compactada a enormes presiones y temperaturas, se expandía con violencia. A medida que el universo se enfriaba debido a la expansión, los procesos se fueron haciendo menos energéticos. Se formaron los protones y neutrones, luego los núcleos de helio y luego los átomos de hidrógeno y helio. Entonces la materia comenzó a aglomerarse por atracción gravitacional y a formar estructuras como estrellas y galaxias. En los centros de las estrellas comienzan a fraguarse lentamente, durante miles de millones de años, elementos más pesados. Cada átomo de oxígeno, nitrógeno o carbono del universo, ha sido fabricado en alguna estrella.
Alrededor de una de esas estrellas, en uno de sus planetas, en un ambiente hospitalario, los átomos formaron moléculas complejas y finalmente organismos vivientes, que eventualmente intentarían reconstruir toda la historia creando mitos, religiones y ciencias.
Cada uno de ellos, a su modo es un esfuerzo por entendernos a nosotros mismos y nuestro lugar en el universo, y no morir en el intento.
Héctor Rago
Felitaciones a La Universidad Industrial de Santander en general, y a Héctor Rrago en particular, por tan informativos y amenos aportes.
Me gustaría alguna explicación -con visos de factibilidad- acerca de lo que condujo al Big Bang. En orden inverso, el turno inicial es para la ciencia; si tira la toalla le tocaría el turno a otro Arzobispo Ushe. Si arruga, entonces le daríamos el turno a algún shamán Guaraní.
Mis saludos fraternos. Pablo Liendo
Me encantó la estructura: tres momentos que dan respuestas a la pregunta eterna.
Felicitaciones y gracias
Argelia